miércoles, 10 de julio de 2013

El Tordo Renegrido


                                                Fotografía de mi autoría.


Esta delegación de parte del ciclo reproductivo significa para el tordo un considerable ahorro de energía, éste se traduce en una mayor producción de huevos, lo cual favorece a su vez el desarrollo del parasitismo.
Este fenómeno implica real limitación en la posibilidades de reproducción de las especies afectadas, para las cuales el renegrido funciona como un verdadero control demográfico.
Por empezar, la hembra pica por lo menos alguno de los huevos que halla en el nido del hospedador, provocando su destrucción.
Por otra parte, como los huevos de tordo eclosionan antes que los de la mayoría de las especies parasitadas, los pichones parásitos alcanzan primero un grado de mayor desarrollo que les otorga considerables ventajas en el momento de la competencia por el alimento, cuando nace el resto de los pichones. Esto puede ocasionar un desarrollo deficiente en los ejemplares de la especie parasitada y, en muchos casos, directamente su muerte.
También es frecuente que ante el nacimiento de los primeros pichones – los de tordo – los adultos descuiden el resto de los huevos para salir en busca de comida. La consiguiente disminución de la temperatura en el crítico período final de desarrollo del embrión puede provocar su muerte, como suele suceder en el caso de los horneros.
Ante estos efectos, ciertas especies parasitadas parecen haber desarrollado comportamientos de respuesta para contrarrestarlos.
Algunas, como la tijereta, la calandria común y el pecho amarillo, pueden reconocer los huevos extraños por las diferencias de color y tirarlos fuera del nido. En el primer caso, dicho reconocimiento puede extenderse tanto a huevos manchados como blancos; en las otras dos especies, solo ocurre con estos últimos, aceptando los manchados.
Cabe destacar que, al menos en la calandria, existe variación geográfica en la respuesta a huevos parásitos.
El hornero, en cambio, los reconoce por su tamaño, menor que el de los propios. De esta manera, aparta y tira fuera del nido aquellos huevos de tordo más pequeños, pero acepta los más grandes, que incuba como propios.
El abandono de nidos no suele ser una respuesta frecuente salvo si todos los huevos son picados por los tordos o si se junta una cantidad excesiva de huevos.

Siempre en bandada:
Los renegridos son pájaros de hábitos gregarios. Se reúnen para volar, alimentarse y dormir. Al anochecer se refugian en los árboles, perchando en ellos hasta el nuevo día. En invierno duermen con frecuencia en ciudades y poblados. A veces se asocian con grupos de otras especies. Durante el día es frecuente verlos en grandes grupos mientras comen semillas en los campos cultivados.
Los tordos renegridos, al igual que cualquier ave insectívora, cumple una función en el ecosistema como controladores de las poblaciones de insectos con los cuales se alimentan en sus primeros tiempos de vida y esporádicamente a lo largo de su adultez. Además interfiere en la reproducción de muchas especies de pájaros. Como primera impresión, esto resultaría negativo para los mismos. Sin embargo, el daño que produce sobre las restantes aves no es demasiado grave a nivel poblacional. Esto es fundamentalmente porque la pérdida de huevos, nidos y pichones suele ser de por sí elevada, aún sin la interferencia del tordo, y porque de ninguna forma sobreviviría si diezmase a las especies que le sirven de hospedantes.

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