miércoles, 13 de febrero de 2013

Golondrina Ceja Blanca


Generalmente se asocia a las golondrinas a largos viajes (de un continente a otro). Sin enbargo,esto es asi solo para algunas especies.
Las golondrinas son pájaros cosmopolitas. Se las encuentra en todas las zonas templadas de la tierra y sus habitos migratorios, su régimen alimenticio a base exclusivamente de iséctos, unido todo a la gracia de su vuelo incansable, han contribuido para que los hombres sientan y expresen su simpatia hacia ellas.
Las golondrinas tienen, por lo común, plumajes severos dónde el negro y el blanco recubren el esbelto cuerpo. No hay diferencias sexuales. Son monógamas y anidan en muy diversos lugares, según las especies.
La golondrina ceja blanca en otoño se dirige al norte del país, Paraguay, Bolivia y Perú y a principios de septiembre se la puede obsevar en el centro del País. Esta especie realiza desplasamientos cortos.
Habita campos abiertos y zonas arboladas formando grandes bandadas que constituyen uno de los espectáculos del verano. Aunque suele posarse en árboles, pasa la mayor parte del tiempo volando, con abundantes planeos. Así captura iséctos, en ocaciones realizando rapidos vuelos razantes sobre el suelo o el agua; incluso puede beber mientras lo hace. Se caracteriza por su vuelo fácil y una vida aérea solo superada por otras aves que se le asemejan en algo: los vencejos.
Su sistema de anidada es muy singular sobre todo por la rapides con que pueden cambiar de un sistema de localisación a otro como ser de los riscos a los graneros. tienen varias crías durante una estación. Los huevos son de color blanco puro, puede llegar a poner hasta cinco huevos, los pichones están en codiciones de dejar el nido en poco más de tres semanas.
Sin poseer un verdadero canto, emite una serie de trinos agradables y su presencia suele ser bienbenida hasta por quienes apenas la distinguen de otras aves, pues la consideran de buen aurgurio.
   

miércoles, 6 de febrero de 2013

El Churrinche



Durante la primavera los Churrinches arriban a los montes del centro argentino. Son muchas las aves que emigran a estos montes pero el churrinche es uno de los primeros en llegar y el más colorido. En Buenos Aires, a principios de septiembre pueden observarse los primeros machos, de inconfundible corona, pecho y vientre rojos. Las hembras, de coloración mas humilde, pardo grisáceas y de característico jaspeado en el pecho, arriban poco después.
El Churrinche abita gran parte del país, ocupa áreas abiertas, arbustivas y bordes de bosques, y es también frecuente en arboledas introducidas (especialmente pinares), parques y jardines suburbanos.
Este hermoso pájaro posee diversos nombres comunes: la mayoría hace referencia al color rojo de el macho (brasita de fuego), dueño del sol), pero su dulce y suave canto "churrin-churrin" es el que le ha dado su nombre más conocido.
En Febrero, después de la reproducción, migran los adultos hacia el norte, pero los jóvenes se van en abril.
El área de residencia durante nuestro invierno llega hasta a Venezuela y Colombia, aunque algunos ejemplares permanecen en el norte argentino.
Las aves tienen un singular valor estético, que frecuentemente han inspirado los artistas. El arte, bajo sus diversas manifestaciones, produce un goce vital para la salud espiritual de los pueblos, que tanto puede manifestarse el la melodía de una canción, la imagen de una acuarela, los versos de una copla o el vuelo escarlata del Churrinche entre los pastizales.
Los pichones nacen cubiertos por un plumaje similar al de la hembra, aunque algo más grisáceo. Semanas después de dejar el nido ya empiezan a distinguirse por la coloración escarlata del macho adulto.
Su alimento consiste en mariposas, mosquitos, moscas, grillos, escarabajos y hormigas.
A los caminadores los caza en tierra.
A los voladores los atrapa en su medio con mucha destreza. Sus vuelos son acrobáticos, rapidísimos, con curvas muy cerradas. Con rectas veloces y si es necesario pequeños planeos. Por momentos suele quedarse estático en el aire como un helicóptero desde donde emprende un veloz vuelo hacia su presa aérea.
Luego de atrapar su bocadillo, se dirige a la rama de un árbol o la punta de algún pequeño arbusto a la espera de la visualización de más alimento.